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La Maestría es la posición más solitaria, parte 5 de 11

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Yo tengo que ser un padre y una madre al mismo tiempo. La iglesia y el policía ¿y qué? El ángel y… y el Rey Yama al mismo tiempo. ¿Conocéis ese nombre? (No) El Rey del Inframundo. ¿No lo conocéis a Él? (No) Mi amigo. Si no os comportáis como debes, os enviaré a Él y diré: “Bueno, encárgate de ellos”. El Rey del Inframundo. El Señor del Karma. El se encarga de nuestro dar y recibir para que estemos libres de deudas cuando dejemos el mundo. Y si no estamos libres de deudas, no podemos salir; tenemos que volver. Así que el Maestro a veces adopta el papel de esa clase de Señor del Karma, una parte de ello, y así inmediatamente limpia el karma de los llamados discípulos. No importa cuán doloroso sea para ambas partes. Para que cuando él/ella deje este mundo, él/ella esté limpio/a. Para que él/ella esté limpio/a y él/ella pueda dejar este mundo. Así que es muy, muy difícil.

Estoy muy feliz por vosotros y por mí porque siempre me habéis entendido y me habéis perdonado. Aunque no comprendéis lo que hago, a veces. No comprendéis por qué reprendo a esa persona, o por qué envío fuera a esa persona, o por qué trato a esa persona de forma más especial que a vosotros. Quizá no entendéis a toda hora, pero estoy muy agradecida y feliz de que siempre me perdonéis. Incluso si no sabéis si está bien o mal, me perdonáis. Eso ya es muy bueno para mí y bueno para vosotros. Porque eso significa que sois muy generosos, que sois muy tolerantes, que sois muy gentiles. Muy sabios interiormente. Eso significa que habéis madurado en sabiduría y práctica espiritual. Y eso es muy, muy bueno para vosotros.

Y por supuesto, si me perdonáis, me siento muy relajada, sin presión, sin malos entendidos, o mala energía. Eso, por supuesto, es bueno para mí también. Pero sobre todo, es muy, muy bueno para vosotros. Por eso estoy feliz. Y espero que continuéis en este espíritu e intentéis comprender las cosas en nivel más profundo de consciencia y no desde la apariencia exterior. Porque si no me comprendieseis, yo sería la persona más solitaria del mundo. Y os daría también mucho dolor en vuestro corazón porque estáis albergando esta clase de malentendido y esta clase de energía negativa hacia mí. Eso también dificulta vuestra práctica espiritual. Así, en ambos casos, no es bueno.

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